Inmigración reconoce el matrimonio gay


Ni en sus sueños Fernando Palacios y Martín Ramírez se imaginaron que su amor les abriría una ventana para regularizar el estatus migratorio de uno de ellos. La pareja de mexicanos se conoció hace 13 años en una discoteca gay en Atlanta [Georgia] y desde entonces habían vivido una relación que se había solidificado con el tiempo.

Mientras que Fernando era residente legal desde hace más de tres lustros, Martín aún vivía en la clandestinidad, temeroso de que un día lo detenga la policía para luego ser deportado.

“Vivimos una experiencia muy desagradable en Gainesville. Un día Martín venía conduciendo, nos paró un policía, según porque él no traía su cinturón de seguridad, lo que era falso. Le pidieron su licencia y, como no la tenía, lo arrestaron y pasó ocho horas encerrado”, narró Fernando.

Aun así, Martín lo pensaba dos veces antes de manejar.
T
ras pagar una fianza de mil dólares, Fernando pudo sacar de la cárcel a Martín y al poco tiempo se mudaron a Suwannee, en donde viven mucho más tranquilos.


Gran victoria
Como millones de indocumentados en el país, Fernando y Martín esperan que el Congreso federal apruebe una reforma migratoria.

Sin embargo, una histórica noticia le dio a la pareja una nueva vía para solucionar el problema migratorio que les había quitado el sueño en más de una ocasión.

El 26 de junio de 2013, la Corte Suprema de Estados Unidos revocó una parte de la Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA, por sus siglas en inglés).

El máximo tribunal determinó que la sección 3 de DOMA era inconstitucional ya que violaba las garantías de protección de igualdad de la Quinta Enmienda. Esa parte de la ley definía el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer y no reconocía a las parejas gay.

A lo ancho y largo del país, la comunidad de gays, bisexuales, lesbianas y transgéneros (LGBT), así como los defensores de sus derechos, celebraron jubilosos el fallo del alto tribunal federal, pues se reconoció que los matrimonios del mismo sexo tienen los mismos derechos a nivel federal que sus contrapartes heterosexuales.

“No podíamos creer lo que decían en las noticias. Finalmente el gobierno reconoció que los matrimonios gay tienen los mismos derechos que los heterosexuales”, dijo Martín.

Apoyo presidencial
Barack Obama se convirtió en mayo de ese año en el primer presidente estadounidense en apoyar públicamente el matrimonio gay y fue uno de los primeros en aplaudir el fallo de la Corte Suprema.

“Cuando todos los estadounidenses son tratados como iguales, sin importar quiénes sean ni a quiénes aman, todos somos más libres”, expresó el Presidente.

Inmediatamente le ordenó al secretario de Justicia, Eric Holder, y a otros miembros de su gabinete revisar los estatutos relacionados con esta decisión.

Así, en un anuncio hecho en agosto, el secretario de Estado, John Kerry, dijo que el Departamento de Seguridad Interna ya había comenzado a revisar solicitudes de residencia de matrimonios del mismo sexo. “Cuando haya parejas del mismo sexo solicitando una visa, el Departamento de Estado considerará la solicitud de la misma manera que se hace con la de parejas heterosexuales”, dijo Kerry.

A finales de agosto, el Departamento del Tesoro y el Servicio de Rentas Internas (IRS) anunció que los matrimonios gay también serían contemplados para pagos tributarios.

Boda en Queens
El fallo de la Corte Suprema fue un bálsamo de esperanza para Fernando y Martín, quienes decidieron rápidamente casarse por lo civil para poder recibir los beneficios que a nivel federal la ley les confiere, incluyendo la petición de residencia de Martín.

“Finalmente vi una lucecita al final del túnel”, recordó Martín.

Tras una rápida investigación para averiguar cuáles eran los estados que reconocen los matrimonios del mismo sexo, Fernando y Martín decidieron que Nueva York era su mejor opción. Georgia es uno de los estados que prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo.

“El 8 de agosto otra pareja gay que conocemos nos comentó que ellos se iban a ir a casar en Queens (un barrio de Nueva York). Nos preguntaron que si queríamos hacerlo también nosotros. Aceptamos y el 12 de agosto en la madrugada íbamos en un carro rumbo a Queens”, recordó Fernando.

Dos días más tarde, las dos parejas se casaron en una corte neoyorquina.

El siguiente paso
Ya de regreso en Georgia, la pareja buscó los consejos del abogado Aarón Ortiz, quien ahora tramitó su solicitud para obtener algunos de los beneficios conyugales.

Pero para que Martín obtuviera un permiso de residencia, Fernando tenía primero que hacerse ciudadano, ya que a pesar de ser residente por mucho tiempo no había tramitado su ciudadanía.

Pocos casos
Según Jonathan Eoloff, director de la Oficina de Servicios de Inmigración de la Asociación Latinoamericana, desde que se publicó la decisión de la Corte Suprema han llegado muchas más personas a su oficina para pedir consulta sobre la regularización del estatus migratorio a través del matrimonio gay.

“En Georgia no se ven muchos casos de matrimonios del mismo sexo como en Chicago, de donde yo vengo. Eso no quiere decir que las parejas que se quieran casar en este estado no lo puedan hacer. Hay 13 estados a donde pueden ir a casarse”, explicó Eoloff.

Agregó que mucho antes del fallo del Tribunal Supremo algunos miembros de la comunidad LGBT lo contactaban, pero en busca de asilo político por considerarse víctimas de la homofobia o de la violencia doméstica.

Ortiz dijo que a su bufete también han llegado muy pocos casos de uniones gays.

“Considero que hace falta transmitir más información sobre este asunto para que la comunidad latina gay tome decisiones correctas”, opinó el abogado mexicano.

Según Ortiz, los trámites para que Fernando recibiera la ciudadanía y luego solicitara la ‘green card’ para Martín podían durar hasta dos años.

Ya casados, Fernando y Martín pueden estar más tranquilos en lo económico. Ahora pueden controlar el patrimonio que tienen juntos como pareja, el cual podrá reclamar cualquiera de los dos en caso de que uno de ellos se enfermara de gravedad o falleciera.

[El 26 de junio de 2015 la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo a nivel federal (nacional) en el fallo del juicio Obergefell versus Hodges que decretó que las prohibiciones estatales de los matrimonios del mismo sexo son inconstitucionales.]

Recomendaciones de los abogados
Jonathan Eoloff y Aarón Ortiz hicieron las siguientes recomendaciones para las personas de la comunidad gay que quieran contraer matrimonio para solicitar la residencia permanente de su cónyuge:

1. Evitar el fraude.
2. Recolectar documentos que verifiquen la relación de pareja (cuentas bancarias, pólizas de seguros y de compra de inmuebles, contratos de arrendamiento firmados por ambos, fotografías con sus familias, entre otras pruebas).
3. Asesorarse con un abogado para verificar y corregir cualquier irregularidad como delitos menores, ciertas violaciones migratorias o solicitar, si es necesario, un perdón (waiver).
4. Deben conocer los requisitos de salud, vacunación y económicos que el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de EEUU. (USCIS) les exigirá.

Para más información, visite:

Unidos por un Deseo – http://www.upud.org:Una organización sín fines de lucro que promueve la prevención del VIH/Sida en la comunidad latina de Georgia.

Immigration Equality – http://immigrationequality.org/es: Fundada en 1994, es la primera y única organización en el país que lucha por la igualdad de la comunidad LGBT y los inmigrantes seropositivos.

Human Rights Campaign – http://www.hrc.org: La organización más grande del país que lucha y aboga por los derechos civiles y humanos de la comunidad LGBT.

Este artículo fue realizado como parte de una beca de investigación otorgada por el Four Freedoms Fund y New América Media.

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