Detalles de la ley de bancarrota


A partir del 17 de Octubre de 2005 entró en vigencia la nueva ley de bancarrota en todo el territorio estadounidense. Llamada técnicamente Ley de Prevención del Abuso de Bancarrota y Protección al Consumidor cambia, en forma significativa, la manera y las condiciones bajo las cuales los individuos pueden declarar su bancarrota.

«Fundamentalmente no será tan fácil declararse en quiebra, lo que la nueva ley trae son controles más estrictos para los deudores, será más complicado para los consumidores declarar la bancarrota y tendrán regulaciones muy estrictas para comprobar que dicen tener el dinero y las deudas que tienen. Además, los casos de bancarrotas llevarán más tiempo en la corte, costarán el doble de lo que se pagaba antes de la nueva ley y obligatoriamente los deudores deberán asistir a consejería de crédito para el manejo de las deudas», explica a El Paracaidista la abogada Nathalie Martin, profesora de leyes de la Universidad de Nuevo México y miembro del Instituto Americano de Bancarrota (American Bankruptcy Institute).

La experta también explica que, bajo la ley antigua, quienes se declaraban en bancarrota en Florida podían proteger un monto ilimitado de dinero en los planes individuales de retiro, o IRA (Individual Retirement Account), bajo el estatuto de la Florida. La nueva ley pondrá un límite federal de $1 millón por plan de pensión y además hará que los abogados lleven a cabo una investigación minuciosa de los hechos y circunstancias que llevaron al deudor a esta situación.

«Antes la gente se amparaba en el Capítulo 7 de la ley por el cual todas las deudas se perdonaban o condonaban. Ahora con la nueva ley la mayoría de las declaraciones de bancarrota deberán pasar por el Capítulo 13, que básicamente exige el pago de la deuda por un sistema de cuotas que ordena la corte, generalmente de entre tres a cinco años», indica Martin.

Los capítulos de la ley de bancarrota
«Hay que empezar por explicar que hay dos clases de bancarrotas: las personales y las de negocios y dependiendo del tipo de deuda que se tiene se puede declarar una u otra. Lo menciono porque hay mucha gente que viene de Latinoamérica y que tiene problemas financieros derivados de problemas con los negocios, por lo tanto es lo primero que hay que identificar», indica Roslyn C. Lewin, P.A, abogada especialista en bancarrota.

Lewin explica que en el caso de bancarrotas personales hay dos capítulos: el 7 y el 13. El siete es una bancarrota de liquidación en la cual se borran todas las deudas y primariamente es para personas con deudas inseguras, tarjetas de crédito, cuentas médicas, carros reposeídos, que son los casos más comunes.

El Capítulo 13 es una bancarrota de reorganización personal y el caso más frecuente es cuando la gente se atrasa con los pagos de la hipoteca, del carro, deudas con el Internal Revenue Service de impuestos y necesita un plan de repago para ponerse al día.

En el Capítulo 7 de la bancarrota las deudas son perdonadas a cambio de la entrega de activos y su venta con utilidades destinadas a los acreedores. Algunos activos son exentos, al igual que ciertas deudas como el mantenimiento infantil e impuestos no pagados. Con el Capítulo 13 se diseña un plan para saldar deudas existentes usando el ingreso disponible después de restar los gastos de vida esenciales.

Según información del Instituto Americano de Bancarrota, con la nueva ley las personas deberán someterse a una comprobación de medios de pago para calificar para la bancarrota del Capítulo 7. Esta «comprobación de medios de pago» es la manera en la cual el IRS determinará a quién le será posible declararse bajo el Capítulo 7 y a quién no. La prueba requerirá que se examine su ingreso y sus gastos en detalle para ver cómo se comparan con una norma estándar determinada por el IRS para su área. Si la persona gana menos del ingreso medio correspondiente al de una familia de sus características en el estado, será eximida de la «comprobación de medios» y podrá automáticamente pedir la declaración de bancarrota del Capítulo 7.

En este caso se obligará a los deudores a solicitar la declaración de bancarrota del Capítulo 13, que requerirá que paguen al menos una porción de su deuda en los próximos 3 a 5 años. No serán tomadas en cuenta circunstancias extremas al considerar la capacidad de pago durante los seis meses previos, tales como si la persona padeció algún tipo de enfermedad o situación por la cual debió solicitar y pagar atención médica, así como la pérdida repentina de su empleo. Tales situaciones no se considerarán diferentes a aquellas en las que una persona decidiera usar sus tarjetas de crédito hasta el límite haciendo compras en un centro comercial.

«Con respecto a la asesoría de consejero de crédito es algo nuevo que agrega la ley. Es algo que el deudor deberá pagar adicionalmente a una agencia sin fines de lucro que se dedique al asesoramiento sobre presupuesto y crédito. Es conveniente que el abogado que lleve el caso indique adónde dirigirse para no caer en agencias no autorizadas», recomienda Martin.

American Bankruptcy Institute

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T + 703-739-0800
F + 703-739-1060
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2300 M St., N.W. Suite 800
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T + 202- 331-8005
F + 202- 331-8535
www.nacba.com.

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