Stanley C. Myers: centro médico completo
Una de las principales incógnitas del recién llegado es cómo resolver cualquier eventualidad que se le presente en el terreno salud. Que si de pronto le aqueja un dolor de lumbar muy fuerte, una acidez constante, una migraña azotadora o se le suelta el estómago más de lo debido. Si se trata de una «paracaidista», su chequeo rutinario con el ginecólogo se vuelve una completa incertidumbre. ¿A dónde acudir? ¿Cuánto puede costar una cita?
Sabido es que los servicios médicos «normales» acá en Miami tienen tarifas casi prohibitivas (las primeras citas oscilan entre $100 y $200, sin que se trate de un especialista) y si no se conoce a alguien que pueda recomendar a un médico de confianza, el recién llegado se queda flotando en un limbo de duda y preocupación.
Una de las salidas más sabias y económicas a largo plazo es hacerse miembro de un seguro médico que cubra todo (hasta matenidad, por si llega una sorpresa), pero las primas (costo) de estos seguros son por lo general elevadas (entre $80 y $150 al mes). De modo que bien vale la pena unirse a uno de estos servicios médicos a través de la empresa para la cual se trabaja, pues generalmente la compañía paga la mitad o hasta la totalidad del mismo. Pero, si ocurre algo en materia de salud antes de que el recién llegado alcance esa situación ideal, de alguna manera hay que resolverlo.
Un centro para los no asegurados
Para aliviar esta carga a personas de recursos restringidos sean de donde sean: turistas, inmigrantes legales o ilegales, ciudadanos estadounidenses, o gente en trámites inmigratorios, hace 20 años se creó un centro médico en Miami Beach bajo el nombre de Stanley C. Myers Community Health Center.
Jorge Rangel, ex-director médico de la clínica y especialista en medicina familiar, resumió para El Paracaidista su cometido:
«La misión del centro es proveer servicio médico primario que sea accesible, que la gente lo pueda costear, que sea de alta calidad médica y que vea todas las áreas de la salud de la persona, ir a lo preventivo y al tratamiento. Está principalmente dirigido a las personas que no tienen seguro médico, o que no tienen suficiente acceso a servicios de salud, por no tener seguro«.
Rangel explicó que ellos también atienden a personas que tengan seguro médico, aceptan Medicaid y Medicare, además de encontrarse en proceso de hacer contratos con distintas organizaciones de cuidado de salud (HMO). Pero enfatizó que el 75% de sus pacientes no tiene ningún tipo de seguro médico, personas consideradas médicamente indigentes: «Esas personas pueden venir aquí al centro. Tienen que registrarse. Para registrarse tienen que tener algún documento de identidad».
EP – ¿Cómo la licencia de conducir?
JR – Cualquier cosa. Puede ser la licencia de conducir, el pasaporte, un documento de identidad de un país extranjero, puede ser cualquier cosa.
EP – ¿Es decir que allí puede ir un turista, por ejemplo, que esté paseando y que venga con recursos restringidos y de pronto se le presente un problema de salud?
JR – Claro que sí.
Al registrarse por primera vez, la persona se vuelve miembro de la clínica. Rangel dijo que atienden todo tipo de condiciones de salud de personas de cualquier edad.
EP – En cuanto a las tarifas…
JR – Los pacientes se clasifican de acuerdo a sus ingresos. Por ejemplo, una persona que trabaja y que gana por debajo del nivel de pobreza definido por el gobierno federal va en una clasificación. Si una persona está en ese nivel de pobreza tiene otra clasificación y dependiendo del porcentaje que gane por encima del nivel de pobreza entonces paga [determinada cantidad]. Una persona que es turista paga el costo total del servicio o el precio total del servicio. Y le digo acerca de los precios: una visita para una persona que quede en la clasificación más baja o en realidad en cualquier tipo de clasificación pero que no pueda pagar, en general no se le cobra enseguida. La persona que menos paga, paga $10 [$12, de acuerdo a nuevas tarifas].
EP – ¿Por consulta? ¿No importa el tipo de consulta, si es con un pediatra o un gastroenterólogo?
JR – Correcto. No importa el tipo de consulta y no importa la complejidad de la consulta, paga $10 únicamente. Si es una consulta por un chequeo del oído, son $10 por eso. Si es una consulta que requiere un examen médico completo, un Papanicolau, todos los servicios, un electrocar-diograma, son $10 [el nuevo pago es de $12, de acuerdo a nuevas tarifas].
EP – Esa es la tarifa mínima para una persona que entre en la clasificación más baja ¿y para una persona de ingresos medios?
JR – La clasificación es $15, $30 y la más alta es $45 [$17, $32 y $47 de acuerdo a nuevas tarifas].
EP – ¿Cómo podría enterarse una persona de cuánto le costaría una consulta para ir allí preparada?
JR – Nuestro principal interés no es ése, que vengan preparadas financieramente para cubrir los servicios. Sí, es mejor que vengan preparados, pero nosotros tratamos de enfatizar que si una persona necesita de nuestros servicios se los podamos dar sin necesidad de que tenga que pensar cuánto tiene que gastar.
EP – ¿Es decir que ustedes pueden dar incluso facilidades de pago?
JR – Claro que sí. Hay gente que nunca puede pagar y está bien también.
EP – En el caso de un examen ginecológico, si una persona se hace allí un Papanicolau y de pronto encuentran algunas células tal vez pre-cancerosas, pero no se sabe bien y se necesita hacer una biopsia, ¿cómo se trataría?
JR – En ese caso, los referimos al Jackson [Jackson Memorial Hospital, Miami], ése es el único recurso que nosotros tenemos para manejar casos que necesitan cuidados secundarios. Proveemos atención primaria, la detección y el tratamiento primario de muchas enfermedades. Pero si necesitas algún tipo de intervención quirúrgica como una biopsia, eso no.
EP – Ya pasa a las manos del Jackson y ¿éste se encarga de cobrar por su parte?
JR – Correcto.
EP – ¿Cuáles son los servicios de mayor demanda que tienen en el centro?
JR – Los niños, y atención de lo que prácticamente es puericultura, de educación de los niños, inmunizaciones [vacunas], crecimiento y desarrollo. También enfermedades agudas de los niños, enfermedades infecciosas; hacemos el tratamiento para todo eso: las respiratorias, eruptivas, intestinales que son las principales de los niños.
EP – ¿Ustedes atienden casos de emergencia?
– No tenemos emergencia en sí misma. Vemos casos de urgencia, urgentemente enfermos, pero emergencia, per se, no tenemos.
EP – De modo que si a una persona se le presenta una situación, ¿qué le recomendaría usted, ir al Jackson?
JR – Sí, al Jackson o a la sala de emergencia más cercana.
Por la sede de Stanley C. Myers Community Health Center, ubicada en 710 Alton Road, Miami Beach (305-538-8835), pasan diariamente unas 200 personas para ser atendidas. Debido al aumento del flujo de pacientes, abrieron un nuevo centro en la calle 71, en Normandy Isle, en Miami Beach, con una capacidad, según Rangel, de aproximadamente 80 pacientes al día.
Actualmente cuentan con nueve médicos especialistas para atender las consultas diarias que, junto a los asistentes médicos y personal administrativo, conforman un equipo de 85 personas. La clínica se sostiene con fondos del gobierno federal específicos para este propósito, detalló Rangel y explicó: «Somos [una organización] sin ánimo de lucro. El Servicio Nacional de Salud nos da fondos que cubren aproximadamente la mitad del presupuesto anual».
Todos los galenos de Stanley C. Myers trabajan a tiempo completo y tienen su certificación correspondiente a la especialidad que ejercen. El centro cuenta, además, con su propio laboratorio, rayos X, y farmacia. En ésta se venden las medicinas con descuento. Rangel aclaró: «Sí, de acuerdo a la clasificación que el paciente tenga. Una persona que tenga una clasificación «A «[la más baja] y necesita una medicina que cuesta $100, paga solamente $5 [$7 de acuerdo a nuevas tarifas]».
Dos dentistas son también parte del equipo de la clínica, y las tarifas de sus servicios (limpieza, arrreglo de una muela, etc.) son idénticas a las aplicadas en los servicios médicos.
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