Policía podría tener poderes de inmigración


Actualmente se discute una propuesta de de ley que conferiría a la policía poderes federales para vigilar el cumplimiento de las leyes de inmigración.

Hay dos proyectos: uno nacional que establece una reinterpretación de la ley que daría pie a que los cuerpos policiales de todo el país pudieran actuar en calidad de agentes federales y ayudar al Servicio de Inmigración y Naturalización en su tarea de detectar violadores de la ley; y otro estatal, en Florida, que contempla la colaboración de la policía y el INS a nivel local.

En conferencia de prensa que se realizó el 24 de abril en Miami, más de 100 organizaciones nacionales y de Florida tales como la Coalition of Inmolakee Workers, Service Employee International Union (SEIU), Colombian American Service Asociation y la League of United Latin American Citizens (LULAC) entre otras, dejaron sentada su firme oposición a la reciente iniciativa del Departamento de Justicia que otorgaría poderes a los cuerpos de policías locales y nacionales en cuestiones migratorias. Dichas asociaciones de derechos humanos y apoyo al inmigrante aseguran que «esto será un movimiento que deje vía libre a la policía para detener personas basados en su perfil racial y por consiguiente estamos totalmente en contra».

Las asociaciones y grupos empresariales firmaron un comunicado pidiendo al Fiscal General de la nación John Ashcroft que revea su posición indicando textualmente:

«Estamos asombrados por las noticias que indican que el Fiscal General se prepara para informar oficialmente sobre su opinión legal que establece el principio de que las autoridades locales y estatales poseen la autoridad inherente para poner en práctica leyes de inmigración y de esta manera despejar el camino para la detención de individuos basados en la sospecha de que violan leyes de inmigración. Dicho movimiento revertiría la larga tradición que separa la policía de inmigración y de esa manera pondría la vida y propiedades de miles de inmigrantes que viven en el estado de Florida y en todo el país en un verdadero peligro. Al mismo tiempo esta política enfermiza incrementaría el número de perfiles raciales tanto de inmigrantes como no inmigrantes.

«Por largos años la política de este país ha sido la de no mezclar inmigración con policía por muchos motivos: en primer lugar la policía demanda una confianza entre este cuerpo y la comunidad y dicha confianza está basada en la seguridad que siente la víctima para reportar un crimen y permitir la investigación. Esto es especialmente cierto en las comunidades de inmigrantes, ya que las estadísticas indican que los inmigrantes sufren un grado altísimo de crímenes violentos y que muchos de ellos temen acercarse a la policía para denunciar debido a malas experiencias en sus países de origen, y en el caso de indocumentados el miedo a la deportación. Si de alguna manera esta iniciativa tomara forma, los policías se convertirían en agentes de inmigración por lo tanto cualquier confianza quedaría anulada y los crímenes violentos contra los inmigrantes (desde tráfico humano hasta esclavitud), crecerían en magnitud. La clave para proveer protección policial adecuada a las comunidades inmigrantes es cimentar la confianza en las autoridades en lugar de levantar paredes entre ellas.

«En segundo lugar, las leyes de inmigración de Estados Unidos son extremadamente complicadas y requieren años de entrenamiento para comprenderlas y aplicarlas. Por definición esto involucra cuestiones de nacionalidad y background étnico dejando lugar a perfiles raciales y otras formas de discriminación por parte de la policía local que no tiene conocimiento de las variaciones de visados y las aplicaciones de extensión que entrega el servicio de inmigración.

«En tercer lugar si esto se pone en práctica demandaría una expansión de los roles de la policía generando una demanda imposible de sostener en los presupuestos, cortes, prisiones y todo un sistema que se debería estirar hasta el límite. Dedicarle más tiempo a los temas inmigratorios únicamente diversificaría los recursos de las funciones tradicionales de la policía y conllevaría a una menor eficiencia en asegurar la tranquilidad de las comunidades.

«De hecho las fuerzas policiales mismas no están de acuerdo con esta propuesta del Departamento de Justicia, desde Nueva York hasta San Diego se escuchan voces de preocupación por estas iniciativas. Alberto Ortiz, jefe de la policía de San Antonio, Texas, expresó públicamente que ‘una de las bellezas de San Antonio es su diversidad y si esta iniciativa prospera deberemos pensar muy bien nuestra lista de prioridades como policías’.

«A la luz de la seriedad de los acontecimientos le exigimos al Fiscal Ashcroft que reconsidere su posición y deje los temas de inmigración a los oficiales de inmigración. Esta propuesta innecesaria y radical tendrá consecuencias catastróficas para millones de personas en todo el país. La iniciativa es especialmente perturbadora porque llega al mismo tiempo que otras decisiones recientes que disminuyen los derechos civiles de los inmigrantes.

«Mientras que los recientes cambios han sido hechos en el nombre de la seguridad, el sentimiento en la comunidad inmigrante es que muchas de estas iniciativas son completamente innecesarias y han cruzado la línea entre seguridad y persecución a la comunidad inmigrante. Esta iniciativa, en lugar de reforzar la lucha contra el terrorismo la debilitaría y dividiría la comunidad».

La aprobación o no de las propuestas se espera en las próximas semanas.

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