Próximas elecciones calibran reforma migratoria


Mucho esfuerzo se hizo para tratar de poner en mesa de discusión tanto en el Senado como en la Cámara de Representantes de Estados Unidos un proyecto de reforma migratoria integral. Pero ha prevalecido la retórica política y la presión de las próximas elecciones senatoriales, de representantes en el Congreso y gobernadores a lo ancho del país.

Protagonizan este panorama corrientes muy polarizadas y eventos que marcan las tendencias anti-inmigrantes como ha sido la polémica legislación estatal de Arizona, peleada por grupos defensores de los derechos civiles y el propio gobierno federal en controversia con facciones que quieren evitar a toda costa la posibilidad de una integración justa y legal de la población inmigrante de este país.

Un ejemplo claro es el mencionado por Gebe Martínez, escritora y analista política, Ann García asistente especial de política inmigratoria, y Jesica Arons, Directora del Programa de Derechos y Salud para las Mujeres para el Center for American Progress, en un artículo enviado a los medios donde declaran: «Durante este ciclo electoral, los conservadores sugieren cambiar la Constitución estadounidense para negar la ciudadanía a los bebes nacidos de mujeres indocumentadas que viven en este país. Esta es una estrategia suspicaz que ataca explícitamente a las comunidades latinas para deshacerse de nuevos votantes en lugar de esforzarse por generar simpatizantes. Esta estrategia está alimentada por el racismo y el sexismo, aprovechándose de una larga historia de controlar la población-es decir, esfuerzos gubernamentales de frenar el crecimiento demográfico entre las poblaciones desfavorecidas. Durante la esclavitud, los hijos de los dueños de esclavos y los esclavos eran catalogados como esclavos, los cuales podrían ser vendidos como bienes, incrementando así la riqueza de su dueño en vez del tamaño de su familia».

Parece que el fondo de estas iniciativas está impregnado de un inmenso miedo a que una minoría se convierta en una mayoría en este país de inmigrantes de todos los colores, como lo apuntan las tendencias demográficas. Y también el terror que deben sentir la grandes empresas cuando se enfrenten a la realidad de tener que pagar salarios justos a esa mano de obra inmigrante que actualmente emplean en las sombras y tengan que pagar impuestos y beneficios de salud a quienes son el pulmón trabajador y monetario de sus corporaciones.

Otra acción clara en esa tónica fue la aprobación el 12 de agosto de este 2010 en curso de una ley para proteger la frontera, que asigna $600 millones (HR 6080) para cubrir los costos de varias medidas de seguridad, tal como apunta Rich Stolz de Reform Immigration for America, entidad pro-inmigrante con base en Washington, DC: «Defensores de los inmigrantes tildaron de turbia [esta moción], y demandaron que el liderazgo del Senado y la Cámara se comprometa de nuevo a movilizar una reforma comprehensiva, y pidieron a los republicanos dar un paso adelante hacia la reforma ahora que los demócratas decretaron mucho de lo que ellos [los republicanos] requirieron en torno a la frontera». Y alude a un reporte emitido por The Border Network for Human Rights [la Red de la Frontera por los Derechos Humanos] que documenta cómo la retórica de la inseguridad en la frontera no encaja con la realidad diaria de los residentes de esa franja limítrofe. Stolz también menciona el ataque extremista a la Constitución con fines políticos ante la pretensión de grupos conservadores de negar la ciudadanía a niños que nacen en el territorio estadounidense de padres indocumentados, un derecho preservado en la 14va. Enmienda de la Constitución. Expertos en leyes de diversos sectores han acordado que esto es una mera distracción a la necesidad real de una acción del Congreso para reparar un sistema migratorio completamente inarticulado.

La American Immigration Lawyers Association, AILA criticó a la HR 6080 como una medica cara e insuficiente y exhortó a reconsiderar lo que debe contener una verdadera reforma migratoria: 1- Requerir a los indocumentados salir de las sombras y ganar su estatus legal. 2- Asegurar que los negocios estadounidenses puedan contratar a los trabajadores que necesitan para ayudar al crecimiento de la economía, mientras se protegen a los trabajadores estadounidenses de competencia injusta. 3- Reducir las esperas en las peticiones familiares y de empleo al reformar de forma permanente el sistema migratorio. 4- Proteger la seguridad nacional y el ejercicio de la ley, mientras se preservan y restauran los principios fundamentales del debido proceso y la protección igualitaria.

«Los contribuyentes estadounidenses se merecen algo más que pagar caro, medidas a medias que no representan soluciones reales a nuestras fallas en inmigración», declaró David Leopold, Presidente de la AILA. «Es tiempo de dejar de posar y comenzar a actuar».

Ante la llegada de las elecciones las comunidades inmigrantes en todo el país se están movilizando para exigir el respeto de parte de los políticos al registrar a nuevos votantes y exhortarlos a participar en los comicios para apoyar a candidatos pro-reforma.

En esto coincide la organización America’s Voice, en Washington, DC, cuando informa que «tres recientes encuestas evidencian que hay factores que podrían impulsar la participación hispana en los comicios y un voto de castigo contra los republicanos: la atención nacional generada por la ley SB1070 de Arizona, y la retórica negativa promovida principalmente por republicanos. Un ejemplo reciente de esa retórica son los llamados a alterar la Decimocuarta Enmienda de la Constitución para negar la ciudadanía a niños nacidos en Estados Unidos de padres indocumentados». Según Lynn Tramonte, Subdirectora de America’s Voice, «claramente el actual debate migratorio, incluyendo la atención nacional generada por la ley anti-inmigrante de Arizona, está influyendo grandemente sobre la forma en que los latinos perciben a ambos partidos políticos y sobre la importancia de votar en noviembre».

Y para dejar claro a la población votante quiénes están en contra de la reforma, la directora ejecutiva del comité de acción política para elegir a candidatos pro-reforma Immigrants’ List, Amy Novick emitió una lista denominada «The Hall of Shame» o «El Salón de la Vergüenza» que agrupa a candidatos a senadores, representantes y gobernadores, así como a quienes detentan esos cargos actualmente, obstruccionistas de la reforma migratoria. Incluye a: Sharron Angle (R-NV) candidata a senadora por Nevada, el ex congresista Tom Tancredo (R-CO), el candidato a senador JD Hayworth (R-AZ), la gobernadora Jan Brewer (R-AZ), el senador Chuck Grassley (R-IA), el representante Lamar Smith (R-TX), el congresista Brian Bilbray (R-CA), el representante Gene Taylor (D-MS), el congresista Steve King (R-IA) y la representante Virginia Foxx (R-NC).

Aunque no está en esa lista, el fiscal general de Florida Bill McCollum también juega en los mismos bandos al proponer recientemente que se copie en este estado la legislación anti-inmigrante de Arizona. Y hay muchos más. Para ver la lista con comentarios (en inglés) vaya a: www.immigrantslist.org/hall_of_shame y para revisar a los candidatos que apoyan la reforma conéctese con www.immigrantslist.org y pulse candidatos, si no aparecen los de su estado, mande un email para preguntar.

La movilización planteada para la comunidad inmigrante y para quienes los apoyan es la votación masiva por candidatos que apoyen la reforma. Si está registrado para votar, no se quede en casa. Si no está registrado aún, hágalo de inmediato: Para poder ejercer el sufragio las personas deben estar registradas para votar al menos 29 días antes del día de las elecciones.

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